EL INVOLVIDABLE y FIEL PT

                        

Como se ve en casi todas las películas americanas, en EEUU parece que los coches pequeños no existieran. Pero sí, existen y casi nadie los quiere. Por lo general, los mexicanos se sienten más "americanos" y menos "chicanos" cuando tienen lo que ellos llaman una "troca". Le llaman así a las camionetas grandes, por ejemplo las Dodge RAM,o Chevrolet Silverado, de 6200 CC con 420Hp, 4x4, altas, con ruedas enormes y que realmente les complica la vida cuando van a subir ya que los mexicanos no se caracterizan por ser altos. Imaginé más de una vez, al ver a un mexicano bajito que realmente hubiera sido útil tener un escaloncito para subir a estas "trocas". Creo que no debo ni de mencionar que son carísimas. 

Como nosotros no somos de esa cultura, éramos conscientes de que no necesitábamos coches tan grandes. Nuestro coche era un Chrysler PT Cruiser, del año 2000, con motor 2.4 y con más de 200 mil km recorridos. El PT era una miniatura en plena carretera comparado con los otros. Al principio no me gustaba, pero de a poco, me fue gustando cada vez más. Como casi todas las mujeres conocedoras de coches, mi primera buena impresión fue lo bien que sonaba la música! Cada vez que salíamos, aprovechaba a escuchar canciones de los 80 y 90 que abundan en las radios de EEUU, los únicos e inolvidables oldies. 

La mayoría de los coches en EEUU son automáticos, para llevar la contraria, nuestro PT Cruiser era manual. Y a causa de los años, ya tenía manías y había que hacer alguna que otra maniobra para que le entrara el cambio. Tenía buen pique al salir pero obviamente, los demás coches en la carretera eran más potentes y en seguida parecíamos la tortuga Manuelita. Eso sí, teníamos buena música.

Lo compramos al contado (con esto quiero decir que no fue tan caro) y era de tardecita cuando lo llevamos a casa así que al día siguiente, mi esposo, amante de las máquinas, se puso a revisarlo a fondo. Fue así como se dió cuenta de que NO TENÍA ACEITE. La varilla del aceite salía limpita...pero porque no había nada de aceite! Esto nos mostró que el sensor del aceite no funcionaba. Lo que nos salvó fue el clima, que hacía frío y que el concesionario no estaba lejos de nuestra casa, entonces el motor no llegó a calentarse. 

Fue entonces cuando recordé que cuando estábamos viendo coches, la chica del concesionario no hacía más que abrir los ojos y decir que no nos recomendaba ese coche pero nosotros insistimos y nos lo llevamos. Menuda sorpresa al otro día!

Ese PT finalmente fue el coche fiel que tuvimos durante los 3 años que vivimos en EEUU. Lo vendimos la noche previa a nuestra salida hacia UK a una amiga que sabía de la situación del coche y quizás le dió pena que lo dejáramos abandonado. 

A veces me pregunto si todavía seguirá andando...