Huéspedes inesperados
En Alicante, a pesar de estar en España, solo basta con salir a la calle para cruzarte con más de una persona hablando otro idioma. Es una ciudad muy turística. Además, la Universidad trae a muchos extranjeros que llenan las calles con diferentes idiomas. Y aunque vivas en un barrio de las afueras de la ciudad, te puedes cruzar con tu vecino que puede ser de cualquier país que venga a tu mente.
Muchas veces, al ir al centro con mis hijos, les proponía hablar en inglés, para que practicaran y también para que no nos entendieran…no fue una buena idea ya que en pleno centro, lo que más oyes, es inglés y por lo tanto no era nada original.
Más de una vez me sentí feliz al poder ayudar a alguien perdido a encontrar su destino usando mi segundo idioma, el inglés. Una tarde, estando en nuestro apartamento, escuché un bullicio que venía de la calle, no presté mucha atención ya que era un barrio algo ruidoso (como la mayoría de toda España) y además era la hora de la salida del colegio que estaba a solo dos calles. El ruido iba en aumento, tanto, que me picó la curiosidad y me fuí a la ventana. Estaban llegando los bomberos y la gente se amontonaba en la vereda opuesta a nuestro apartamento. Las miradas se repartían entre la acción que tomaban los bomberos y algún piso sobre mi misma vereda.
Humo, mucho humo negro comenzó a verse por toda la calle y varios de los que miraban comenzaban a gritar con desesperación. A esta altura, la curiosidad era más fuerte que yo y ya ni me movía de la ventana!
De repente, veo a una mujer morena, de rastas, que hacía señas a un bombero como explicando algo. El bombero la miraba y miraba alrededor, las caras de los demás eran de desconcierto. Algo me dijo que bajara a la calle.
Me acerqué a la mujer y el bombero y escuché que ella le hablaba en inglés y el bombero no entendía. Sin pensarlo, me metí delante de todos hasta que estuve frente a los dos y comencé a traducir lo que la mujer decía: su compañero estaba aún dentro del apartamento que estaba en llamas. No se veía al hombre en el balcón del frente, así que accedieron por el fondo a través de otro edificio y por allí, pudieron sacar al hombre. La mujer, que estaba embarazada de unos 5-6 meses, lloraba abrazada de sus dos niños que habían bajado con ella. Al fin todos estuvieron a salvo.
No quedó nada en el apartamento, todo se quemó, hasta sus documentos. Ahora tenían otro problema, el era Británico y ella de Trinidad y Tobago. Ninguno hablaba nada es español. Tendrían que llamar a la embajada de cada país para explicar lo sucedido. Luego de haberlos ayudado y cuando ya (supuestamente) no necesitaban de mi ayuda de intérprete, me fui a casa, no sin antes mencionar que vivía en el tercero del número 18 y que mi nombre era Mónica, que estaba a su disposición en caso de que necesitaran cualquier cosa.
A las once de la noche, suena el timbre en casa. Contesto en caso de que algo hubiera sucedido a Néstor quien trabajaba por la noche. Era la familia del incendio, que no tenían donde dormir. Les abrí, subieron y como habían comido solo les preparé unos colchones en el suelo para que pudieran dormir.
Esa noche dormí con un ojo abierto y otro cerrado, fue un sueño liviano ya que no tenía idea de quien estaba en nuestro living. Fue una noche larga hasta que llegó Néstor del trabajo. A eso de las 7 golpeé la puerta para que se levantaran y darles desayuno a los niños ya que yo tenía que salir.
Para mi gran sorpresa, al abrir la puerta me rodeó un tremendo olor a marihuana que penetró mi nariz y no me lo quité como por dos días. Las ventanas estaban abiertas, pero el olor estaba ahí, inamovible. Quise disimular mi sorpresa pero creo que no pude hacerlo, jamás en mi vida preparé tan rápido un desayuno para que se fueran. No respiré tranquila hasta que lo hicieron!!
Menudos huéspedes resultaron!
Madre mía, menuda recompensa por ser una buena vecina
ResponderEliminarya te digo! jamás imaginé el final XD
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVaya susto
ResponderEliminarpues si, experiencia imborrable :(
EliminarAy Mónica, y esa gente con los miñis y en casa ajena. La verdad horrible! Inconcebible.
ResponderEliminarAquí cerquita el olor a no se que parece normal. Los burletes en las ventanas ya no alcanzan. Si no enciendes la chimenea, en verano por ejemplo, se sientan en sus balcones a fumar y no puedes ni estar en el patio. Y llevaban un cable desde el aire acondicionado de casa, para un galpón donde aparentemente tenían plantas de no se que. A esa gente la justicia le dió el desalojo, pero al mismo tiempo,,les dieron prisión domiciliaria.
Lo terrible, adenas que otris que estaban se, en el mismo negocio, pero por el otro lado de la cuadra, hacían lo mismo con el otro vecino. De 2500 a 14000 y pico el recibo de luz. Y según averiguaron, hay dos políticos de partidos distintos (no se nombres) involucrados en éstos negocios, incluso otros. A veces te oblugan a mudarte y a emigrar. Beso Mónica, incluso porque hasta la vida, la salud corren peligro.
Un beso grande!
Ay Mónica, y esa gente con los niños y en casa ajena. La verdad horrible! Inconcebible.
ResponderEliminarAquí cerquita el olor a no se que parece normal. Los burletes en las ventanas ya no alcanzan. Si no enciendes la chimenea, en verano por ejemplo, se sientan en sus balcones y ventanas a fumar y no puedes ni estar en el patio ni en la casa si no cierras la chimebea. Y se llevaban un cable desde el aire acondicionado de casa , para un galpón donde aparentemente tenían plantas de no se que. A esa gente la justicia por no pagar rentas le dió el desalojo, pero al mismo tiempo, les dieron prisión domiciliaria.
Lo terrible, ademas que otros que estaban se, en el mismo negocio, pero por el otro lado de la cuadra, hacían lo mismo con el otro vecino. De 2500 a 14000 y pico de pesos el recibo de luz. Y según averiguaron, hay dos políticos de partidos distintos (no se nombres) involucrados en éstos negocios, incluso otros. A veces te obligan a mudarte y a emigrar. Mónica, incluso porque hasta la vida, la salud corren peligro.
Un beso grande!
Gianella.