Un encuentro inesperado
Una vez que tomas la decisión de salir de tu país, en esa decisión va incluído el abrir tus pensamientos y tu corazón a nuevas aventuras. Al salir, vienen varios cambios en tu vida. Cambias de ciudad, cambias de país, cambias de continente, cambias de hemisferio....algo en ti cambia y ya no vuelves a ser quien eras anteriormente cuando aún vivías en tu tierra natal. Y además, son cambios que jamás habías pensado que sucedieran, que ni se te había pasado por la mente.
Uno de los cambios que realizó nuestra familia al dejar Uruguay, fue el de la religión. Jamás pensé que al estar en España, Europa, me iba a encontrar con una Iglesia Católica en la que aún se dan misas en Latín, la gente aún lleva su ropa negra para demostrar su luto, se hacen adoraciones al Santísimo durante la noche y hay procesiones entre otras cosas. Fue por esta razón que comenzamos a pensar en un cambio. Unos familiares que estaban en España ya habían cambiado y al hacerles preguntas sobre su nueva religión, todas las respuestas tenían lógica.
Llegamos a España a finales de Noviembre y en Enero de 2021 todos en nuestra familia nos bautizábamos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Han pasado más de 20 años y seguimos pensando que ha sido nuestra mejor decisión.
El haber hecho este cambio fue lo que me llevó a comenzar a crear mi árbol genealógico. Al día de hoy, ya no puedo contar la cantidad de personas que tengo en mi árbol, muchísimas. He contado con la ayuda de mucha gente y he aumentado mi árbol gracias a otras personas que ya tienen el suyo y que compartimos muy muy lejanamente un familiar, entonces hemos juntado los árboles y el mío sigue creciendo y creciendo con ramas por todos lados.
Durante esta semana he tenido dos grandes descubrimientos. Uno, gracias a una amiga que vive en Montevideo, Adri. Ella se ha hecho cargo de buscar partidas de nacimiento, de bautismo, de matrimonio, de defunción, he agregado a mi árbol varias generaciones, hasta aproximadamente el año 1500 solo en esa rama. Y vaya casualidad que los que he agregado son de Alicante, donde vivíamos antes!!! Alicante, la cual considero mi ciudad también ya que fue la que me dió la nacionalidad española.
Anteriormente dije dos acontecimientos, aquí va el segundo. Hoy estaba en el Templo de la Iglesia, en Preston, cuando alguien que trabaja en las oficinas de registros solicita que me acerque. Fui preguntándome en cada paso a qué se debía esta solicitud....al llegar, le oficinista me muestra mi cuenta en FamilySearch.org que es donde yo tengo mi árbol.
Y me dice: Monica Etcheverry, esta eres tu?
Si, le dije, soy yo, por qué?
Se dió vuelta a mirarme y con una sonrisa de oreja a oreja me dice: pues somos primos!!
Cómo que somos primos? (yo a la vez pensando, primos? por dónde? Estamos en Inglaterra!)
Y Juan me dice: pues he recibido un mensaje de FamilySearch que dice que tengo un familiar mío en UK y al ver quién era, me aparece tu nombre!
Yo no lo podía creer y me muestra el parentesco entre los dos. Si, somos primos! en la 5ta generación! Somos familia!
En seguida nos dimos un abrazo muy fuerte, con mucho sentimiento, mucha felicidad por habernos encontrado! Nos apartamos y comentamos algo más y siguió otro abrazo fuerte! Nos mirábamos y no lo podíamos creer. El de Brasil, yo de Uruguay, y Domingo, nacido en el año 1758, casado con María nacida en 1762 son nuestros antepasados en común. Que maravilla!
Me he sentido muy feliz, hoy en especial, porque he conocido a mi "primo" Juan. Porque los dos somos miembros de la misma Iglesia, porque tenemos muchas cosas en común. Porque seguiremos en contacto.
Y tu, que has leído esta aventura de mi vida, tienes tu árbol genealógico?
Que genial. Son esas hermosas maravillas del árbol familiar. Mi hijo Matias estaba en el Templo, de aquí, Uruguay, por su tatarabuelo, Pietro, y a su vez escucha el nombre y apellido del que fue el paisano de Pietro y amigo, cuando llegó a estas tierras. Al ubicar quien estaba vaya sorpresa, era el tataranieto de este amigo de Pietro. Ambos tataranietos, en el mismo sitio, el mismo día y mismos acontecimientos. Se pudieron saludar con mucho afecto Cuanto hay por hacer y descubrir. Abrazo enorme. Gracias por tus historias de vida. Nada es casualidad.
ResponderEliminarGracias a ti por leerlas y por tu comentario, sin duda, nada es casualidad!
EliminarQue lindo Mónica. Que sorpresa!!!! La verdad muy emocionante!!!! Abrazo fuerte amiga
ResponderEliminarsi, muy emocionante la verdad!
ResponderEliminar