BONNIE AND CLYDE                                            

Estábamos en Pasco, en el estado de Washington, al oeste de EEUU. Hacía poco que habíamos pisado suelo americano y unos amigos muy queridos organizaron una reunión de bienvenida en su casa. 

Éramos unas 5 parejas en total, si no me falla la memoria ya que de esto hace ya como ocho años. Lo primero fue presentarnos al resto de personas que habían invitado y luego pasamos a la mesa del comedor donde fuimos agasajados con una riquísima carne con puré y verduras. Noté que aunque estaban  los vasos sobre la mesa, no había ningún líquido para beber. De repente, el dueño de casa se levantó de la mesa y apareció con una botella de un galón de leche fría, ofreciendo a cada comensal. Y yo fui la primera a la que ofreció el líquido perlino y comencé a reírme, es un chiste, verdad? me estás embromando! Mira si voy a tomar leche comiendo carne! Y para mi gran sorpresa, no, no era chiste, no me estaba embromando. Era lo que normalmente tomaban para acompañar la cena. Como pude, paré de reírme y pedí simplemente agua. Esa fue una de mis primeras lecciones y bien que la aprendí. 

Luego de la exquisita cena, pasamos al living donde haríamos un juego. El juego era que cada persona sacaba un papelito de una bolsa. Era el nombre de alguien conocido y tenías que decir qué harías si fueras esa persona por un día. Sacaron varios nombres que la verdad no vienen a mi memoria. Y me tocó mi turno de sacar el papelito, y quién me toca? Presidente de Estados Unidos. 

Jamás pensé que me tocara este personaje, yo presidenta de EEUU por un día y qué haría en su lugar..... tantas cosas! pero claro, veinticuatro horas no es mucho. En fin, tenía que optar por algo, qué podría elegir? Reforma educativa? Prohibición del aborto? Aumentar los impuestos para los más ricos? Modificar la ley de inmigración? Prohibir el tabaco? Pues no, nada de eso. 

Elegí prohibir la posesión de armas! Menuda decisión había tomado yo!!! Fue mencionar mi idea a los presentes y cada uno de los varones presentes (a excepción de mi esposo) echó su mano derecha hacia la parte de atrás de su cinturón, como quien se va a rascar la espalda y la trajeron hacia adelante nuevamente con un revólver! 

CÓMO???  Que qué es lo que quieres prohibir??? Mis ojos parecían dos linternas mientras lo único que se me venía a la mente era: Trágame tierra!!!  Obviamente respetaron mi decisión y la entendieron como extranjera que era. Me preguntaron el porqué y dije que no me parecía conveniente que cualquiera pudiese llevar un arma. No me hacía sentir segura. 

Fue entonces que me comentaron, si alguien entra ahora mismo en esta casa, no te sentirías segura con cada uno de nosotros en posesión de un arma? Y la verdad era que a excepción del dueño de casa, a quien conocía, no conocía a nadie. Y si de repente a cualquiera de ellos se le cruzaba un cable y usaba el arma? Y si por casualidad me disparaba sin querer?

Resumiendo, me "convencieron" de no prohibir las armas y nuestro amigo, el anfitrión nos invitó a mi esposo, nuestra hija menor y a mí a venir otro día a su casa para aprender a disparar. Y fuimos, aprendí a disparar con un rifle de asalto, con una Magnum-44 y con otras armas que no me acuerdo su nombre ya que nuestro amigo tenía cuarenta y tres armas diferentes, si, 43, has leído bien. Pongo a continuación algunas fotos de ese día.